BIBILOGRAFÍA MÍNIMA

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  • jueves, 12 de agosto de 2010
  • Hernán Yamanaka
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  • A pedido de algunos seguidores del blog, les propongo una bibliografía mínima, en castellano, de fácil acceso en Lima (se pueden encontrar en grandes librerias y en bibliotecas universitarias). La mayoría no requiere un estudio previo y puede ser suficiente una buena formación general. El Nuevo Testamento interlineal sí requiere un conocimiento al menos básico de griego koiné.


    1. Biblia de Jerusalén, Escuela Bíblica de Jerusalén. Edit. DDB
        (Todas las  citas del blog son tomadas de esta versión)

    2. Nuevo Testamento, Texto interlineal griego-español. La Cueva, Francisco (editor)
        (Texto griego -castellano del NT)

    3. El Talmud. Vidal César, Alianza Editorial
         (Pensamiento tardo judío y menciones a Jesús y a sus seguidores)

    4. Diccionario Oxford de las Religiones del Mundo. Bowker, John

    5. Historia de las creencias y las ideas religiosas (3 tomos). Eliade, Mircea. Edit. Cristiandad.

    6. Para leer el Nuevo Testamento. Charpentier, Etienne. Edit. Verbo Divino
        (Recomendado como un primer acercamiento al Nuevo Testamento)

    7. Del movimiento de Jesús a la Iglesia Primitiva. Aguirre, R. DDB

    8. Los Evangelios ayer y hoy. Una introducción hermenéutica. Arens, Eduardo. CEP
         (Uno de los mejores especialistas en lengua española)

    9. La religión de los primeros cristianos. Una teoría del cristianismo primitivo. Thiessen ,Gerd.  Edic. Sígueme

    10. Cristianismo primitivo y religiones mistéricas. Alvar, Jaime. Edit. Cátedra

    11. Jerusalén en tiempos de Jesús. Estudio económico y social del mundo del Nuevo Testamento. Jeremías, Joachim. Edit. Cristiandad.
           (Un clásico entre los estudios del tema)

    12.  Los Padres de la Iglesia. Vives, José. Edit. Herder

    13.  El País de la Biblia: Historia, Geografía y Arqueología. Haag, Herbert. Edit. Herder

    14.  ¿Qué son los Evangelios? Blanco, Severiano. Edic. Paulinas
            (Puede leerse en paralelo al libro de Arens)

    15.  La buena noticia de Jesús. Introducción a los Evangelios Sinópticos y a los Hechos de los Apóstoles. Guijarro, Santiago. Ed. Atenas 

    16. Dichos primitivos de Jesús. Una Introducción al “Proto-evangelio de dichos Q”.  Guijarro, Santiago. Edit. Sígueme 
      (2004)



    FUENTES II: NO CRISTIANAS

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     En este post ahondaré en las fuentes para conocer el origen del cristianismo. Omitiré el orden que utilicé en el post anterior para dedicarle más espacio futuro a las fuentes cristianas; así, esta vez tendremos las fuentes de origen pagano, llamándolas "fuentes no cristianas" (FNC). En general, las FNC se limitan a muy breves menciones que presentan más al movimiento de Jesús (1) que a Jesús mismo. Y este movimiento es visto como secta del judaísmo, aunque en clave de grupo peligroso y de costumbres protervas.

    Pero estos datos de historiadores paganos nos sirven para dejar sentadas varias cosas:

    - la existencia histórica de Jesús de Nazaret, su fama de taumaturgo y predicador itinerante.

    - el ajusticiamiento de Jesús bajo el procurador Poncio Pilato, en el reinado de Tiberio.

    - la muerte (martirio) de Santiago, primo de Jesús, en Jerusalén.

    - la existencia en Roma de una comunidad de seguidores de Jesús.

    - la persecución a estos seguidores de Jesús empezando en Roma

    - la existencia de un culto primordial (cantos, aclamaciones, oraciones improvisadas) a Jesús como Dios.

    Tácito (Cornelius Tacitus, 55 - 120 d.C.). Orador, historiador y político romano. Es autor de: Dialogus de oratoribus , De vita Iulii Agricolae , De origine et situ Germanorum , Historiae , Annales (2). Entre Annales e Historiae hacen 32 libros, que recorren la vida de los emperadores, desde Augusto a Domiciano.

    El pasaje que menciona a Cristo y a los cristianos está en el libro 15 de Annales y cuenta la infamia de Nerón al culparlos por el incendio de Roma:

    "Ni con los remedios humanos ni con las larguezas del príncipe o con los cultos expiatorios perdía fuerza la creencia infamante de que el incendio había sido ordenado. Por tanto, para acallar el rumor, Nerón creó chivos expiatorios y sometió a las torturas más refinadas a aquellos que el vulgo llama ‘cristianos’, [un grupo] odiado por sus abominables crímenes. Su nombre proviene de Cristo, quien, bajo el reinado de Tiberio, fue ejecutado por el procurador Poncio Pilato. Sofocada momentáneamente la nociva superstición se extendió de nuevo no sólo en Judea, la tierra que originó este mal, sino también en la ciudad de Roma, donde convergen y se cultivan fervientemente prácticas horrendas y vergonzosas de todas clases y de todas partes del mundo”.

    (Anales 15.44) (http://www.thelatinlibrary.com/tac.html)


    Plinio el Joven (Caius Plinius Caecilius Secundus, 62-113 d.C.). Abogado y escritor romano. Sobrino de uno de los mayores naturalistas de la antigüedad, Plinio El Viejo. Llevó una vida al servicio del imperio, accediendo a muchos cargos de importancia en la administración pública. Se supone que murió en la región de Bitinia mientras ejercía como embajador. Entre otros muchos datos de importancia, Plinio describe la erupción del Vesubio en 79 d.C. en carta que dirige a Tácito.

    En una de sus cartas (= epistulae), explica al emperador Trajano la manera cómo juzga y persigue a los cristianos, incluyendo las abjuraciones ("Si el arrepentimiento permite un perdón" y "Todos adoraron tu estatua y las imágenes de los dioses, y maldijeron a Cristo), y las delaciones ("Una pancarta fue colocada, sin ninguna firma, acusando a un gran número de personas"). Trajano le responderá que el procedimiento es correcto, pero que no acepte denuncias anónimas. Dice Plinio:

    "Es una regla, Señor, la cual observo inviolablemente, el dirigirme a usted con todas mis dudas; porque, ¿quién es más capaz de guiar mis incertidumbres o educar mi ignorancia? No habiendo jamás estado presente en ningún juicio de los cristianos, no me encuentro familiarizado con el método y límites a ser observados, ya sea al examinarlos o al castigarlos. Si alguna diferencia ha de permitirse entre el más joven y el adulto; si el arrepentimiento permite un perdón, o si no le sirve de nada retractarse a un hombre que ha sido cristiano alguna vez; si la simple profesión del cristianismo, aunque sin crímenes, o sólo los crímenes asociados con el son penados -- en todos estos puntos tengo muchísimas dudas.

    Mientras tanto, el método que he observado con aquellos que han sido denunciados ante mí como cristianos es éste: Les he preguntado si son cristianos; si lo confiesan, repito la pregunta dos veces más, añadiendo la amenaza del castigo capital; si todavía persisten, ordeno que los ejecuten. Porque cualquiera que sea la naturaleza de su credo, al menos no tengo ninguna duda de que la rebeldía y la terquedad inflexible merecen castigo. Había otros procesados también por el mismo encaprichamiento, pero, siendo ciudadanos romanos, ordené que los llevaran allá.

    Estas acusaciones se extienden (como usualmente es el caso) más allá de la investigación del simple hecho en cuestión, y surgen a la luz diferentes tipos de delitos. Una pancarta fue colocada, sin ninguna firma, acusando a un gran número de personas por sus nombres. Aquellos que negaron que eran, o que alguna vez hayan sido cristianos; que repitieron después de mí una invocación a los dioses, y ofrecieron adoración con vino e incienso a tu imagen, la cual había ordenado que trajeran con este propósito, junto con aquellas de los dioses; y quienes finalmente maldijeron a Cristo -- ninguno de estos actos pareciendo actuación -- a estos pensé que era apropiado dejar en libertad. Otros que fueron nombrados por ese informante, al principio se confesaron cristianos y luego lo negaron; en verdad habían pertenecido a esa creencia pero la habían dejado, algunos hacía tres años, otros hacía muchos años, y unos pocos hacía hasta veinticinco años. Todos adoraron tu estatua y las imágenes de los dioses, y maldijeron a Cristo.

    Afirmaron, sin embargo, que toda su culpa, o su error, era que tenían el hábito de reunirse en un día determinado antes de que amaneciera, cuando cantaban un himno a Cristo en versos alternados, como a un dios, y se comprometieron con solemne juramento, a ningún acto malvado, sino a jamás cometer ningún fraude, robo, o adulterio, a nunca falsear sus palabras, ni traicionar una confidencia cuando les fuese requerido el hacerlo; después de lo cual era su costumbre el separase, y luego juntarse de nuevo para comer -- pero comida de tipo ordinario e inocente. Hasta esta práctica, sin embargo, habían abandonado después de la publicación de mi edicto, por medio del cual, de acuerdo a vuestras órdenes, prohibí las reuniones políticas. Juzgué mucho más necesario el extraer toda la verdad de dos mujeres esclavas, con la ayuda de torturas, quienes fueron proclamadas diaconisas. Pero no pude descubrir nada más que superstición excesiva y depravada.

    Por lo tanto, suspendí los procedimientos, y me remití de inmediato a vuestro consejo. Porque el asunto me parece bastante digno de ser referido a usted, especialmente considerando los números afectados. Personas de todas las categorías y edades, y de ambos sexos están, y estarán, involucrados en el proceso. Porque esta superstición contagiosa no está confinada solamente a las ciudades, sino que se ha extendido a las aldeas y distritos rurales; sin embargo, parece posible controlarla y curarla".

    (Epistolarum ad Traianum Imperatorem cum eiusdem responsis liber X, 96)

    Un extracto de la carta décima es interesante: describe el tipo de ceremonia que realizaban los cristianos: centrada en Cristo "como Dios":

    "Tenían el hábito de reunirse en un día determinado antes de que amaneciera, cuando cantaban un himno a Cristo en versos alternados, como a un dios..."  (liber X,96)


    Flavio Josefo ( Yosef bar Mattityahu o Yossef ben Matityahou, hebreo: וסף בן מתתי.) . Nacido en 37 y muerto en Roma en 101 d.C. De origen judío, fue militar durante la revuelta de su país; capturado y descubierto por Vespasiano, se dedico posteriormente- ya en Roma -al trabajo en literatura e historia. Son suyas: La guerra de los judíos, Antigüedades judías, Contra Apión y una Autobiografía. Escribe Flavio Josefo:

    “Así pues, habiendo pensado esta clase de persona [o sea, un cruel saduceo], Anano, que disponía de una ocasión favorable porque Festo había muerto y Albino estaba aún de camino, convocó una reunión [literalmente: sanedrín] de jueces y llevó ante él al hermano de Jesús, que es llamado Mesías, de nombre Santiago, y a algunos otros. Los acusó de haber transgredido la Ley y los entregó para que fuesen apedreados.”  (Ant. 20.9.1)

    La segunda mención es más extensa; sin embargo, los estudios han demostrado que tiene interpolaciones puestas por cristianos en un intento apologético (aparecen en rojo):

    “En aquel tiempo apareció Jesús, un hombre sabio, si verdaderamente se le puede llamar hombre. Porque fue autor de hechos asombrosos, maestro de gente que recibe con gusto la verdad. Y atrajo a muchos judíos y a muchos de origen griego. [Él era el Mesías.] Y cuando Pilato, a causa de una acusación hecha por los hombres principales entre nosotros, lo condenó a la cruz, los que antes lo habían amado no dejaron de hacerlo. [Porque él se les apareció al tercer día, vivo otra vez, tal como los divinos profetas habían hablado de estas y otras innumerables cosas maravillosas acerca de él.] Y hasta este mismo día la tribu de los cristianos, llamados así a causa de él, no ha desaparecido”.  (Ant. 18.3.3)


    Suetonio (Gaius Suetonius Tranquillus; 70-140 d.C.). Historiador y biógrafo. De las muchas obras que se le atribuyen, sólo han llegado a nosotros dos: La vida de los doce césares (De vitas caesarum) y De grammaticis et rhetoribus.

    En el libro sobre Claudio, cuenta la expulsión de los judíos de Roma, en 49 d.C., motivada por las continuas riñas que surgían entre los judíos ortodoxos y los judeocristianos. A estos últimos los considera impulsados por un tal "Chrestus", probablemente mala escritura de Christus. También habla, en el libro 16, de la persecución neroniana:

    "A los judíos, instigados por Chrestus, los expulsó de Roma por sus hábitos escandalosos"
    (De Vita Caesarum. Divus Claudius, 25,4) (3)

    "Penó severamente a los disidentes, y aplicó crecientemente leyes coercitivas [...]
    [Nerón] infligió suplicios a los cristianos, un género de hombres de una superstición nueva y maligna".  (De Vita Caesarum. Nero, 16)

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    (1) Los seguidores de Jesús eran llamados Los Nazarenos. Ellos se autodenominaban El Camino. Será en Antioquía de Siria, hacia el quinto decenio de nuestra era, donde se empezará a llamarlos "cristianos" (χριστιανός)

    (2) "Annalium ab excesu divi Augusti libri = "Libros de anales desde la muerte del divino Augusto".

    (3) "Judaeos, impulsore Chresto, assidue tumultuantes (Claudius) Roma expulit"

    FUENTES I: GENERALES

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  • miércoles, 11 de agosto de 2010
  • Hernán Yamanaka
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  • Papiro 7Q5
    Ya presenté los objetivos de este blog. Ahora les muestro, en apretada síntesis, las fuentes primarias para el estudio de los orígenes del cristianismo. Son documentos de irremplazable importancia. En otro post presentaré una bibliografía básica que amplíe la información, aclarando que los libros pueden encontrarse en librerías importantes o en bibliotecas universitarias. 

    En posts siguientes iré entrando en el detalle, tratando de no ser demasiado puntilloso, de cada una de las fuentes que a continuación menciono.


    FUENTES CRISTIANAS

    Son las más abundantes. Su valor histórico es desigual, pero constituyen una base indispensable. Presentan la vida de Jesús de Nazaret, la praxis- convivencial y ritual -de las primeras comunidades, el ministerio del apóstol Pablo, las evolución de la incipiente reflexión teológica. Los evangelios "apócrifos", por su lado, nos brindan una visión diferente sobre Jesús, muchas veces influenciados por concepciones místico-filosóficas orientales extrañas al cristianismo (= gnosticismo); sin embargo, son útiles para entender las corrientes de pensamiento filocristiano o cristiano-disidente.


    a) Los Evangelios canónicos (= oficiales) que son, en orden de aparición: Marcos (hacia el 65), Mateo (entre el 70-80), Lucas (hacia el 80), y Juan (hacia el 100 d.C.).

    b) Los Evangelios apócrifos o no-canónicos: De Felipe, De Tomás (que inspiró la película Estigmata de 1999), De Judas (recientemente promocionado por la National Geographic Society debido al descubrimiento de un manuscrito) [1], De María Magdalena, El Protoevangelio de Santiago, De Pedro, etc.

    c) El libro de los Hechos de los Apóstoles: atribuido al Lucas autor del Evangelio.

    d) Las cartas de Pablo. Las escritas directamente por él y aquellas que, atribuidas al apóstol, fueron escritas por discípulos o por una "Escuela de Pablo".

    e) La Didaché o Didajé (Διδαχὴ): escrito entre 70 y 160 d.C.

    f) La Didaskalia Syriaca (διδασκαλία): primeros años del siglo III.

    g) El Pastor de Hermas: siglo II

    h) Cartas y escritos de los primeros obispos, pensadores y defensores (= apologetas) del cristianismo: Clemente de Roma (+101 d.C.), Ignacio de Antioquía (+110 d.C.), Policarpo de Esmirna (+156 d. C.), Papías de Hierápolis (+156 d.C.), Cuadrato (siglo II), entre otros. Algunos de ellos fueron discípulos directos de los apóstoles.

    FUENTES NO CRISTIANAS


    Son datos sobre Jesús de Nazaret y la existencia de las primeras comunidades cristianas. En algunas se sospecha de partes interpoladas por fuentes cristianas, pero la mayoría se limita a escuetas menciones en el contexto de la vida del Imperio. En la fuente de Plinio se halla la primera descripción de un culto cristiano en el que "Se entonan cantos a Cristo como Dios" (2) .


    j) Tácito (Cornellius Tacitus): 55 a 120 d.C. Historiador romano.

    k) Suetonio (Gaius Suetonius Tranquillus): 70 a 140 D.C. Historiador romano.


    l) Flavio Josefo (Yosef bar Mattityahu o Yossef ben Matityahou): 37-101 d.C. Historiador judío, que desarrolló su carrera en Roma.

    m) Plinio el joven (Caius Plinius Caecilius Secundus): 62-113 d.C. Abogado y escritor romano.


    FUENTES JUDÍAS

    Menciones escuetas sobre la figura de Jesús de Nazaret y detalles, en gran parte legendarios y panfletarios pro judíos, sobre su predicación y juicio.

    m) El Talmud (התלמוד) es el conjunto de comentarios a la Ley judía- La Torá -que se escribieron entre el siglo II y el V d.C.

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    [1] Ver: http://www.nationalgeographic.com/lostgospel/ El programa (¿equivocadamente?) presenta este evangelio como "oculto" o "prohibido", cuando su existencia era ampliamente conocida en el mundo académico y nunca fue escondido. Lo encontrado y restaurado es un manuscrito de ese Evangelio.

    [2] Esto desbarata la tesis, últimamente recogida y popularizada por Dan Brown (The Da Vinci Code, Random House, 2003), sobre un origen de Cristo-Dios en la época de Constantino, siglo IV


    HACIA EL ORIGEN DEL CRISTIANISMO

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  • Hernán Yamanaka
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  • Icono de Cristo s. V (Sinaí - Egipto)

     En este blog quiero mostrar los orígenes del cristianismo, en un período que va desde el Jesús histórico hasta el siglo V. Esto abarca desde las tradiciones más antiguas (= la llamada "Fuente Q" o colección de dichos de Jesús, los Evangelios, etc.) hasta las Acta Martyrum o actas de los procesos judiciales romanos contra los mártires [2], pasando por la tradición oral sobre los lugares y objetos que pertenecieron a los hechos tenidos como sagrados; sin olvidar la temprana aparición de apologistas y escritores (Clemente, Policarpo, Ireneo, Ignacio, Justino, etc.) que iban consignando la historia y el pensamiento de las primeras comunidades. 

    Porque a diferencia de otros sistemas de creencia- como la mitología nórdica, con dioses atmosféricos y guerreros; o la griega (luego subsumida por la romana), inventada por rapsodas (Homero, Hesíodo) hacia el siglo IX a. C. -el cristianismo se presenta como un vínculo real, datable, hasta cierto punto verificable, de la entrada de Dios en la Historia, de la irrupción de lo infinito en lo contingente. El cristianismo no se dice una verdad entre otras, sino LA verdad sobre Dios y sobre el hombre: esta es conocida en la historia de las religiones como "La pretensión del cristianismo".

    Algo más. Que el cristianismo quiera partir de la historia, reconocerse en ella, significa también que es una fe que se dice integrada y preocupada por la realidad concreta, por el aquí y ahora. La idea de una religión orientada únicamente a un más allá de la vida es extraña al cristianismo, ya desde los primeros tiempos [2]. Así, la nueva fe enlazó con la tradición judaica que veía a Dios-Yavé como un dios que acompañaba la existencia del pueblo y actuaba en la Historia. El dios judeo-cristiano no habita en un topos uranos (Platón: "lugar sobre el cielo" o "lugar celeste") sino en el devenir humano.

    TODO EMPIEZA CON JESÚS DE NAZARET

    El punto basal es la persona de Jesús (Jeshua o Jeshu, en hebreo: ישו ) de Nazaret y su vida (= gestos, palabras). Para los creyentes, Él es el culmen de una serie de bimilenarias tradiciones orales y escritas que iniciándose en la protohistoria del pueblo de Israel, perfilan el monoteísmo de la fe judaica y dieron origen al cristianismo. Este recorrido, que es tanto vital como conceptual, se puede resumir en estos eventos y creencias: 

    - Para el hebreo Dios existe, Dios es persona, Dios es trascendente.

    - Este Dios- uno y único -se ha revelado a la raza humana. En primer lugar, al ancestro común de las religiones monoteístas: el pastor nómada Abraham (hacia 1,500 a.C.).

    - Fueron unas tribus semitas del cercano oriente (de la región llamada "La fértil creciente") las depositarias de esta revelación y de la promesa de salvación que la acompañaba. Ellos irrumpen entre los pueblos con un peculiar monoteísmo que tiene a Dios-Yavé (YHVH) como centro. Por los sucesos de su historia nacional, ven a ese Dios-Yavé como salvador y liberador. 

    - Este pueblo, en principio nómada y luego afincado en la tierra de Palestina, vive durante siglos la expectación por la llegada de su Mesías, personaje liberador y restaurador.

    - En el seno del pueblo judío aparece (hacia el 4 a.C.) el predicador ambulante Jesús de Nazaret.  

    - Este Jesús predicaba un mensaje de conversión y salvación centrado en la llegada del Reino de Dios (griego: βασιλεία τοῦ θεοῦ, basileia tou theou) 

    - Pero luego de su ajusticiamiento por los cargos de sedicioso y blasfemo, a manos de la casta sacerdotal judía y de la fuerza de ocupación romana (hacia el 30 d. C.), este Jesús de Nazaret empieza a ser proclamado por sus seguidores como Resucitado y Kyrios (griego: Señor), título que el judaísmo reservaba a Dios-Yavé.  

    - El Jesús predicador es entonces- y definitivamente -convertido en el predicado. Este es el origen histórico del cristianismo.

    En los últimos siglos, específicamente desde el XVIII, la investigación científica- con un mayor auge inicial en el ámbito protestante -ha revelado y clarificado el contenido de los Evangelios, pasando de una lectura literal-ingenua a un estudio que sitúa al Nuevo Testamento en las coordenadas histórico/arqueológico/lingüístico/literario/teológicas que les dieron origen. Este blog pretende alimentarse de estos estudios. 

    ¿POR QUÉ RE-PENSAR EL ORIGEN DEL CRISTIANISMO?

    Este blog es, entonces, como un viaje a la semilla, un itinerario al principio (¿No dijo Pascal que todo es mejor en su origen?). Pero este viaje no es para restaurar el pensamiento y las costumbres antiguas, ni para repetir fórmulas (aunque en algunos casos podría ser necesario), sino para ver el surgimiento del cristianismo despojándolo de ramas que lo ocultan o distorsionan. Este blog es para el creyente que desea re-conocer su fe.
     
    Por otro lado, muchos tienen del cristianismo una idea muy vaga, difusa; en otros casos, sólo se manejan con prejuicios emocionales o ideológicos; y en no pocos contextos, se valora la fe en/de Jesús de Nazaret por el testimonio, a veces confuso o francamente contrario, que dan sus seguidores. Este blog también es para ellos: desinformados, prejuiciados, enemigos a priori o escandalizados, esperando que les dé alguna claridad.

    Y están las muchas versiones de Jesús de Nazaret- inocentes o deliberadas -que circulan por el mundo: el Jesús-gurú, el Jesús-hippie (¡paz y amor!), el Jesús revolucionario marxista, el Jesús gay, el Jesús feminista, el Jesús reaccionario, el Jesús extraterrestre, el Jesús negro, el Jesús ario, el Jesús new age, el Jesús pacifista, etc. Tantos Jesús como intereses que reclaman ser validados. Este blog quiere mostrar lo que Jesús dice de sí y lo que de Él proclamaron los primeros creyentes, para que tengamos al personaje real y no a la interpretación light o acomodada a los muchos intereses que existen en la sociedad.

    Al cristianismo se le ha negado o perseguido en nombre del Estado, del progreso, de la razón, de la libertad y del hombre mismo. Y, no hay que ocultarlo, el cristianismo- en determinados sitios y tiempos -también ha perseguido a sus detractores en nombre de la verdad,  la fe,  el orden y Dios mismo. ¿Y Jesús de Nazaret? ¿Y la experiencia fundacional de los primeros cristianos? Ignoradas. Ocultadas. 

    Si este blog sirve para saber de dónde viene y qué pretende el cristianismo;  si aceptamos que este Nazareno es quién es y no construcción nuestra, entonces habremos hecho un buen trabajo. Ustedes y yo.

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    [1] Los Evangelios constituyen un género literario muy particular y el término mismo ya se había usado en la literatura pagana anterior al cristianismo. Esta "Buena nueva" (del griego εὐ-αγγέλιο, "buen mensaje" o "buena noticia") es ciertamente una vida de Jesús de Nazaret, pero no una biografía como la entendemos historiográficamente hoy. Los Evangelios son relatos hechos por creyentes que ven los hechos de Jesús (= núcleo histórico) a la luz de la experiencia de la Resurrección, dígase lo que se diga de esa experiencia.

    [2] El cristianismo siempre ha tenido un interés marcado por el registro de los hechos, por conservar la fuente. Visto así, se entiende la costumbre de registrar actas, conservar el testimonio oral, cuidar y honrar el cuerpo de los mártires y de los santos. Esta praxis quiere  decir: "No es un héroe imaginario,  no es una leyenda, sino un humano real; su testimonio vale porque sucedió y no fue una invención literaria". 

    [3] Cabe una salvedad. En los primeros años del cristianismo, los creyentes esperaban el regreso inminente de Jesús, como Señor, como Kyrios, como juez. El propio Pablo comparte esta idea (ver: 1 Cor 7, 29-31) y por eso invita a una relativización de los intereses presentes.